viernes, 26 de julio de 2013

Después de los accidentes de tráfico



Existe mucho desconocimiento sobre estas experiencias, puesto que es un tema muy delicado. Las personas que no han vivido nunca un accidente o no han sido víctimas de él, no saben cómo preguntar sobre lo que se vive y se siente cuando otra persona se ve implicada en un accidente, ya que pueden llegar a sentirse violentos. Las víctimas en gran parte prefieren no hablar sobre el tema, aunque depende en gran medida de la gravedad del accidente.

-          Describir cómo las víctimas se relacionan con el día después del accidente de tráfico. Como ya hemos comentado, muchas de las víctimas prefieren pasar página y olvidar lo que ha pasado. Otro porcentaje de víctimas se muestra indiferente. Simplemente, estas víctimas adoptan una actitud personal de superación. Por último, encontramos a las víctimas que no tienen problemas en trasmitir su experiencia, enfatizan su experiencia personal y participa en organizaciones dedicadas a la prevención vial y de riesgos en accidentes de tráfico.

-          Describir los principales procedimientos de las instituciones que forman parte de la esfera pública. El estudio ofrece un completo repaso sobre cada institución u organización que participa en el proceso post-accidente.

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LA CONDUCCIÓN SUBCONSCIENTE



La conducción subconsciente suele suceder en los trayectos rutinarios, como  los que se hacen habitualmente como de casa al trabajo. Un estudio  demuestra que no recordarlo no significa  distracción

Se trata de una conducción en la que el sujeto conduce de forma robótica o autómata, sin tener conciencia plena de los movimientos que hace. Una persona puede estar conduciendo subconscientemente y al acabar no acordarse de lo que ha hecho.

El perfil de este tipo de conductor sería el de un hombre o una mujer, menor de 45 años, de una entorno urbano, sometido al estrés y que prácticamente a diario realiza el mismo trayecto.

En un recorrido habitual la visión se dispersa, de algún modo, el cerebro busca ahorrar energía. Sin embargo, seguimos manteniendo los reflejos en alerta. El conductor continúa estando atento aunque no ve todos los estímulos que puedan causarle un riesgo.

En los trayectos rutinarios de casa al trabajo y del trabajo a casa, es cuando aparece la llamada “Conducción Subconsciente”. Uno de cada cuatro conductores la experimenta habitualmente. Recorren varios kilómetros absortos sin ser conscientes de que están al volante. Es como si se conectara en su mente una especie de conducción automática.

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LA CONDUCCIÓN CONSCIENTE



La conducción consciente es la que la acción de conducir se ejecuta por parte del conductor con conciencia plena de lo que le rodea durante la conducción y las decisiones que se toman, ante los posibles riesgos.

Conducción  consciente es lo que sucede durante la etapa en  la que aprendemos a conducir. Había tantas cosas  específicas en las que teníamos que pensar, embrague, freno,  acelerador, marchas, retrovisores,  etc. un conjunto de acciones que  parecía imposible que llegáramos a ser capaces  de recordar a la vez y combinar de forma  correcta.

En esta etapa, ponemos toda nuestra atención en las tareas que implica en la conducción. El objetivo es reflexionar sobre la conducción emocional y su influencia en la Seguridad Vial

Se trata de conocer:
1.- Las emociones son un factor determinante para la seguridad vial.
2.- ¿Cómo afectan los distintos niveles de las diferentes emociones y sentimientos a la conducción?

La respuesta a estas preguntas las encontramos en la conducción emocional, un nuevo concepto que nos permitirá ver la siniestralidad vial en nuestro país desde una perspectiva más innovadora y más social.


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FASES DE LA CONDUCCIÓN



Se establece que la conducción esta basada en las habilidades y está dirigida por las normas, además de ser una actividad expresiva, éstos aspectos, que juntos convierten a una persona en miembro de la comunidad de la conducción. A partir de ellos establecen unas fases:

1ª.- La fase técnica, que comienza cuando el conductor aprende a controlar la posición y las maniobras que realiza con el vehículo y realiza un progreso gradual (pone el coche en marcha; para; acelera; controla el embrague, cambia de marcha, maniobra y utiliza el espejo retrovisor).

El conductor estará seguro a partir de lograr un nivel de dominio al volante.
2ª.-La fase de la interpretación de la carretera, en la que el conductor aprende
a)  qué los indicadores se deben tener en cuenta para anticipar las acciones de los otros usuarios de la vía, especialmente las acciones no señalizadas o inesperadas.
b) cómo se maneja en situaciones mal definidas y condiciones inusuales de tráfico.

3ª.- La fase expresiva, en la que el conductor utiliza como expresión, sus características de personalidad, actitudes y motivaciones

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EL CONDUCTOR



El comportamiento responsable, con respecto a la conducción en las grandes urbes, se sustenta en las distintas capacidades adquiridas a través de diferentes procesos de aprendizaje, tanto implícitos como explícitos.

Nuestros desplazamientos dependen de nuestras capacidades sensoriales, motrices y habilidades cognitivas, pero estas variables no solo influyen en nuestras reacciones al volante: compartir el espacio vital entre los demás conductores también hace que intervengan otros factores de índole Social y afectiva.

El tráfico en las ciudades, como muchas otras actividades, se basa en un sistema de normas que regulan el funcionamiento social. Estas normas no sólo son necesarias para la seguridad, sino que también promueve el intercambio y la cooperación, contribuye a la cohesión social y garantiza la convivencia. Comprender las relaciones interpersonales y los procesos de interacción humana y en particular las ideas, sentimientos y motivaciones subyacentes al comportamiento del conductor que se ve envuelto en diferentes situaciones, puede ayudar a mejorar su relación con las normas y con las demás personas, contribuyendo de forma decisiva a la seguridad vial.

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